Ahora es el Museo del Montsià pero cuando yo estuve viviendo en Amposta entre 1956 y 1960 era el Instituto donde estuve estudiando durante un año, el resto del tiempo lo hice en el Colegio de los Hermanos, del que hablaremos y veremos más adelante. La hora del recreo era estupenda pues el instituto daba al parque y allí podíamos jugar tranquilamente. En este instituto, me ocurrió la anécdota de que como me gustaba mucho Superman, un día, en un cuaderno de ejercicios en la clase de religión que la daba el párroco, puse mi nombre, pero en vez de poner Mariano Bayona, puse Mariano Superman. El párroco lo leyó en voz alta en medio de la clase provocando la hilaridad de todos y desde entonces y durante aquel año que estuve estudiando allí, me llamaron Superman.
Antaño un lugar idílico a mis ojos
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