Película española de 1969 de 98 minutos de duración, está dirigida por Mario Camus con Sara Montiel, Ivan Rassimov, Hugo Blanco, William Layton, Cándida Losada, Marcela Yurfa
.
Soledad Romero (Sara Montiel) es una conocida tonadillera del mundo del espectáculo que acaba de ser acusada de haber cometido un asesinato. El eje de la película se desarrolla en una sala donde se la juzga por el asesinato del hombre que estaba con ella (Ivan Rassimov) y que había sido su amante. A lo largo del juicio, el abogado defensor que ha realizaado una labor de investigación por creer en la inocencia de su defendida que se ha negado a hablar, va presentando testigos ante el juez cuyas declaraciones vamos viendo retrospectivamente viendo que la pobre Soledad siempre ha tenido mala suerte en la vida. Cuando era joven trabajó de monja misionera y fue violada por unos nativos así que tuvo que dejar la Orden con la creencia de que la hija que tuvo producto de la violación había muerto. Conoció muchos hombres, uno de ellos militar llamado Javier (Hugo Blanco), que le sacaba el dinero hasta que ella lo descubre apostándola a ella en una partida de póker. La escena es muy buena con una Sara Montiel durisima entrando en la escena de la partida y dándole un latigazo en la cara a su amante y echando a todos del lugar.
Sin embargo, llegó a conocer a un hombre llamado Carlos Alcántara (Ivan Rassimov) del que se enamoró y era correspondida pero finalmente tuvo que dejarlo pues la madre superiora del convento (Cándida Losada) le informó de que estaba casado con su hija que no había muerto. Huyendo de él en compañía de su criada (Matilde Muñoz Sampedro) y siendo siempre encontradas, en la última ocasión Soledad le miente y le dice que ya no lo quiere. El está desesperado y saca una pistola y Soledad le confiesa que es mentira que sí que le quiere y trata de quitarle la pistola pues pensaba suicidarse pero en el forcejeo la pistola se dispara y él cae muerto. En el juicio es declarada inocente y termina encontrándose con su hija yéndose juntas las dos.
Aunque en esta película también hay canciones desde el principio, cuando está de monja enseñándoles las vocales a los niños (me he acordado de "Sonsrisas y Lágrimas" con Julie Andrews haciendo lo mismo), y después de tanto en tanto en las retrospectivas que hay durante el juicio, vemos a una Sara Montiel que ha adelgazado mucho con respecto a películas anteriores y que hace una actuación muy contenida manteniéndose todo el rato fria, mientras está sentada en el banquillo de los acusados, hasta que estalla y ella misma decide contarle al juez la realidad de lo que ha sucedido.