Película española de 1962 de 111 minutos de duración, dirigida por Alfonso Balcázar con Sara Montiel, Antonio Cifariello, Franck Villard, Germán Cobos...
Madrid, 1850. Un grupo de jóvenes aristócratas acude a un café cantante donde actúa Lola. Uno de ellos, Antonio, apuesta con sus amigos a que la seducirá en menos de tres días. Ayudado por otro compañero, se refugia en el camerino de Lola y trata de convencerla de que le persiguen por revolucionario. Lola le sigue la corriente, finge llevarlo a su casa para esconderlo, pero por el camino detiene el carruaje ante un policía y hace que le detengan por robo. Para vengarse de la acusación y de la noche que ha pasado entre rejas, Antonio trata de hacer fracasar el debut de Lola en un local de renombre; pero eso determina aún más el triunfo de la cantante y, a la vez, el que Antonio gane la apuesta y consiga conquistar a Lola. Este es el texto que FilmAffinity ha puesto en su página sacado evidentemente de la carátula de la película.
La película guarda ciertos paralelismos con "La dama de las camelias" de Alejandro Dumas hijo, pero la protagonista no es una cortesana, es una cantante de cuplés. Si al comienzo Antonio, que en realidad se llama Javier y es un aspirante a político interpretado por Antonio Cifariello, intenta conquista a Lola por ganar una apuesta con sus amigos, al final se eamora de ella y los dos pasan un tiempo en que se aman. Sin embargo, él procede de un ambiente aristocrático y no la aceptan a ella por su trabajo que en aquella época estaba mal visto. Si en "La dama de las Camelias" es su padre el que le aconseja que deje de salir con la cortesana, en "La Bella Lola" es la madre la que habla con Lola y le pide que por el bien de su hijo lo deje. Y así pasa un tiempo en que ella, por amor y por no destrozar su carrera política así lo hace, se aleja de él y se va a cantar a otras ciudades pero Javier siempre la encuentra. Sin embargo, Lola acaba enfermando y cada vez se halla peor y tras su última actuación apenas llega viva a su casa y en el último reencuentro en el que Javier se arrepiente de haberla dejado y la abraza y le dice que nunca se volverán a separar, ella, con lagrimas en los ojos y pálida por la enfermedad que padece muere en sus brazos.
En esta ocasión, aunque ayudada por un buen coreógrafo, Sara dirigió todas sus canciones queriendo tener un control total de la película y la verdad es que se nota, que aunque Sara entendía de técnicas cinematográficas, pero era ella la artista y la cantante y algunos números musicales se notan un tanto extraños.
