"La centinela" o en su título original "The Sentinel", es una película de 1977 dirigida por Michael Winner que tiene una clara influencia de "La semilla del diablo" de Roman Polansky, sólo que esa es una muy buena película dentro del genéro de terror y ésta no lo es tanto a pesar de haber reunido un buen elenco de actores conocidos, algunos de gran talla artística. Las dos se desarrollan en Nueva York, pero no tienen el mismo ritmo cinematográfico. Siendo ésta una película que se supone que es del género de terror, a mí por lo menos no me lo produce en ningún momento. Sí tiene escenas que dan un poco de "repelús" pero no miedo. Los 20 minutos finales son una exaltación a los creadores de disfraces monstruosos y la colección de seres abominables que se suceden por la pantallla para que nos pongamos en situación de estar a las puertas del infierno, sólo producen un poco de asco o admiración de cómo están hechos.
Al hablar del infierno, estamos hablando de religión y por la tanto interviene la Iglesia con unos representantes con caras bastante más temibles que las de los monstruos del final, como la cara que pone Mel Ferrer en sus dos apariciones que dan más miedo que otra cosa. De cualquier manera, yo creo que el ritmo cinematográfico de la cinta no es el adecuado para el género y que los actores principales no están en sus mejores interpretaciones. La mejor para mí la de Ava Gardner que está con 55 años a cuatro películas de terminar su carrera cinematográfica en 1982 y que tiene la veteranía para interpretar el corto papel que tiene de representante de una inmobiliaria que alquila pisos. Pero por sus expresiones cuando habla con la nueva inquilina, sobre todo cuando hace su segunda aparición por la protesta de que en el piso alquilado ocurren cosas muy raras, vemos por las caras que pone Ava Gardner que ella es la cómplice que trae a los inquilinos para que sean los centinelas que guarden las puertas del infierno.
Fue Burgues Meredith, uno de los vecinos aparentemente amable con la nueva inquilina, quien se llevó un premio al mejor actor en el Festival Internacioanl de Cine de Terror y Ciencia Ficción de Sitges en 1977 y realmente es junto con Ava Gardner los que tienen mejores interpretaciones.
Primera y única incursión de Ava Gardner en este género de terror satánico, en la que sale luciendo unos trajes y unos sombreros maravillosos pues se mantiene en la luz, filmada en escenas diurnas pese al propósito maligno de traer a la víctima. He dicho primera incursión porque en "La viuda del diablo" de 1970, aunque también tiene tintes de terror, pero no es del tipo satánico que se puso de moda con "La semilla del diablo", y le siguió "El Exorcista", dos de los mejores ejemplos que han seguido muchas películas magníficas como "El Ente" de 1982, el año en que Ava Gardner apareció en el cine por última vez con la película "Regina".
El argumento es, en síntesis, que la Iglesia quiere impedir la entrada del mal en la ciudad y como conocen la puerta de entrada al infierno, colocan un centinela que la cierra. La puerta está en un piso de un edificio fente a la isla de Manhattan en New York. El centinela debe de ser alguien que se haya suicidado y que haya sido un criminal. En esta ocasión eligen como sucesor del viejo sacerdote que ocupa el lugar del centinela, a una chica llena de traumas de su infancia que por acoso de su padre se intentó suicidar y que luego cree haber matado a su padre y pierde la conciencia siendo obligada maléficamente a ocupar el lugar de sucesora del sacerdote que ya es muy anciano. En el interín aparece su relación insegura con su novio, la necesidad que cree sentir de tener un apartamento propio, la promotora inmobiliara (Ava Gardner) que se lo alquila a muy bajo precio pese a ser un buen piso muy bien situado con unas preciosas vistas frente a la isla de Manhattan, las alucinaciones que tiene que no queda bien explicado si son inducidas por magia negra o si son una enfermedad. Las visiones que tiene de los pisos alquilados a vecinos muy extraños pero que cuando oye ruidos y reclama a la señora que le ha alquilado el piso, ésta la acompaña y le muestra que los pisos están todos vacíos excepto el ático ocupado por un viejo sacerdote ciego que es cuidado por la Parroquia de la zona y el cambio final de centinela en cuyo interín se abren las puertas del infierno y aparecen las mayores abominaciones imaginables hasta que consiguen situar a la joven frente a la ventana cerrando la puerta de entrada al infierno y quedando como la nueva centinela.