Película española de 1958 dirigida por Luis César Amadori con 108 minutos de duración y protagonizada por Sara Montiel, Raf Vallone, Ana Mariscal, Frank Villard, Tomás Blanco, Pastor Serrador...
Estamos en la Nochevieja de 1899 y Soledad Moreno (Sara Montiel) es una bella vendedora de violetas y Fernando (Raf Vallone), un joven aristócrata aspirante a político; se conocen y se enamoran. Tras la muerte de su hermano Alfonso (Tomás Blanco), Fernando se ve forzado a hacerse cargo de las obligaciones familiares pero tiene un sentimiento de culpa porque en vida siempre le rechazaba su trato con Soledad y en un momento dado siente que por corresponderle de alguna manera debe de renunciar a Soledad y así se lo explica. Soledad no lo comprende y sintiéndose muy desgraciada se va y se dedica a cantar canciones triunfando en el extranjero y convirtiéndose en una gran cantante. Fernando que no puede pasar sin ella regresa a su casa paras decirle que ha sido un error, que la quiere, pero se encuentra la casa vacía, Soledad se ha ido de España y nadie sabe donde está. Transcurren varios años. Fernado se ha casado con una aristócrata (Ana Mariscal) que lo ayuda a ascender en el campo de la política. Mientras, Soledad se ha ido de innumerables giras con su representante Henri Barnard (Frank Villard) que está enamorado de ella, aunque Soledad siempre ha estado enamorada de Fernando. Viajando en el Titanic, una de las pocas personas que se salvan es Soledad pero el representnate muere ahogado y muchos años después, un día vuelven a encontrarse renaciendo entre ellos la pasión y el amor.
La película "La violetera", debido al enorme éxito que tuvo la anterior, "El último cuplé", fue rodada con gran esmero con un presupuesto mucho mayor y la verdad es que pese a que el marido de Sara Montiel, Antonny Mann, jamás comprendió el éxito que tenían las películas de su mujer pues no las consideraba de calidad, (Sara decía que su marido la quería como esposa, como Antonia, pero no la apreciaba como actriz, como Sara), el caso es que el dinero y los éxitos en todos los países donde se proyectó fue a´n mayor que el de "El ´ltimo cuplé" y su permanencia en cartelera desbancaba a las mejores películas extranjeras del momento. Nadie podía competir con la adoración que Sara Montiel provocaba en sus fieles espectadores. Se habla, y es cierto, que entre el cámara que la enfocaba y ella en su manera de cantar parándose entre sílabas, enseñaba la lengua y el paladar de forma que a muchos les pareció muy sensual, a otros no les gustaba, pero eran los menos, el caso es que entre estas dos películas, el estilo de las películas de Sara Montiel cambió radicalmente y todas pasaron a ser películas musicales con canciones de Sarita Montiel que se explotaban con igual éxito en discos.