Película española de 1947 dirigida por Juan de Orduña con 112 minutos de duración, protagonizada por Aurora Bautista, Fernando Rey, Sara Montiel, Jorge Mistral...
La pasión que siente la princesa Juana de Trastámara (Aurora Bautista), hija de los Reyes Católicos y heredera del trono de Castilla, por su marido Felipe el Hermoso (Fernando Rey), soberano de los Países Bajos e hijo del emperador alemán Maximiliano I de Austria y de María de Borgoña, no es justamente correspondida. El archiduque prefiere las aventuras con otras mujeres como Aldara (Sara Montiel), cosa que trastorna completamente a Juana. Su locura se acentuará con la prematura muerte de su marido.
En esta película, la frialdad de la cara de Sara Montiel, expresa el odio que el personaje, hija de un rey musulmán, siente por todo lo que sea cristiano y por ende su odio a la reina doña Juana. No sale mucho a lo largo de la película pero todas las veces que lo hace es para expresar odio y desos de venganza con una gran frialdad en la mirada y en los rictus de su boca, una muy buena actuación de Sara Montiel si bien, como decía, sale muy pocas veces. Aurora Bautista está sensacional en todo momento.
Esta es la única ocasión en que se tuvo que doblar la voz de Sara Montiel, según cuenta ella misma en sus memorias. En aquella época no había grabación con sonido directo y se hacía con sonidos de referencia y luego se doblaba. Sara cayó enferma de tuberculosis y otra persona tuvo que hacer el doblaje, pero según Sara imitó tan bien su voz que no se nota.