En un párrafo de los escritos en la portada de atrás dice: "Robert Graves (Londres 1895 - Deià, Mallorca, 1985) ha pasado a la historia de la literatura universal como uno de los mayores cultivadores de novela histórica (Yo Claudio, El Vellocino de oro, La hija de Homero, Juliano el Apóstata...), pero también es muy notable su extensa obra como historiador, ensayista y poeta.
El libro cuya portada puedes ver arriba titulado "Un brindis por Ava Gardner" tiene 432 páginas, editado en rústica, con una tamaño de bolsillo (está publicado por Pocket Edhasa en febrero de 2008) y aunque a decir verdad, yo lo compré pensando que trataría sobre Ava Gardner, ya que ella lo menciona siempre como un buen amigo suyo, además de que su hija Lucía Graves es escritora y traductora de, entre otros libros, "Ava, My Story" que es la biografía que Ava Gardner dictó sobre sí misma, resulta que es una recopilación de 32 relatos cortos de los que el número 28 se titula "Un brindis por Ava Gardner" pero ha sido escogido para darle título al libro que ha sido también traducido por su hija Lucía Graves.
En el prólogo de una página, Robert Graves menciona que "Un brindis por Ava Gardner" está entre los pocos que está basado en hechos reales aunque hay cambiados algunos nombres o referencias. El relato se extiende desde la página 312 a la 329 y Ava Gardner aparece como invitada a su casa de Deiá, Mallorca y la gran sensación que causó entre dos amigos suyos (con nombres ficticios) que siempre se estaban peleando hasta que se enteraron de que en casa de Mr. Graves estaba invitada Ava Gardner a la que le habían dicho que así podría descansar un poco de su vida ajetreada en Madrid.
Apenas aparece Ava Gardner más que como una referencia, eso sí conteniendo un párrafo muy interesante en la que "al preguntarle acerca de la terrible imagen legendaria que gravita sobre ella, Ava nos dijo que hace lo posible por escabullirse de ella, aunque los muchachos de la publicidad y de la prensa siempre están intentando sujetarla con más firmeza sobre sus hombros. También nos contó que nunca ha podido curarse del estricto condicionamiento baptista que recibió en aquella granja de tabaco de Carolina del Norte, siempre vigilada por su maravilloso padre, y que todavía se siente incómodamente moral en la mayoría de los estudios cinematográficos. No son las cosas que hace las que le han creado su reputación de persona provocativa, sino las cosas que dice. Algunas veces sencillamente no puede controlar su lengua".
Es extraño que hable así de su padre porque era la madre la que le dió la educación religiosa fanática contra el sexo.