"MARILYN Y LOS KENNEDY" es el subtítulo de "LOS INMORTALES" que es el título original de la obra. Se trata de un libro escrito originalmente en inglés por Michael Korda en 1992. La presente edición es una publicación de "Torres de papel" de 2014 traducida por Andrés Fuentes. Encuadernado con portadas de cartulina blanda, tiene 533 páginas con un prólogo, cuatro partes y un epílogo. Su tamaño es de 24 x 17 centímetros y no contiene ninguna imagen a excepción de las dos portadas del volumen. Michael Korda nació en Londres en 1933 y durante más de 40 años trabajó para Simon & Shuster en EEUU habiendo escrito varias obras, seis de las cuales están traducidas al castellano. He escaneado la portada frontal en su ratio normal 1.1 y la de atrás la he ampliado ligeramente de tamaño para facilitar la lectura del texto.
Este es uno de los libros que ofrece una versión diferente del final de Marilyn Monroe. Aunque se trata de un libro que antes de empezar, en la primera página dice: "Los inmortales" es una obra de ficción basada en hechos reales. Hubiera sido imposible escribirla sin contar con una amplia gama de investigaciones y entrevistas. Los hechos y situaciones descritas provienen de fuentes fidedignas aunque el perfil de los protagonistas, con nombre real o imaginario, es producto de mi propia interpretación"
El último día de su vida, Marilyn estaba en casa de Peter Lawford y vino Bobby Kennedy por orden expresa de su hermano, para contarle personalmente que tenía que olvidarse de él y de su hermano y que dejara de amenazar diciendo por la radio que lo contaría todo. Con Bobby vino el Dr. Greenson, el psicoanalista de Marilyn. Apareció con una aguja hipodérmica y Marilyn no podía creer lo que veía, le estaba traicionando su analista al que consideraba su amigo y también Bobby Kennedy que era quien daba las órdenes al Dr. Greenson. Consiguió escapar de los dos y pasar a su casa que estaba al lado y encerrarse en su habitación. Se atiborró de baritúricos pero cuando se dio cuenta de que se iba a quedar dormida para siempre, cogió el teléfono y llamo insistentamente a la Casa Blanca.
David Leman, amigo de Marilyn y de los Kennedy se presentó en la Morgue donde estaba el cuerpo de Marilyn al que aún no le habían hecho la autoposia y según Leman aparecía como si estuviera dormida a excepción de que tenía los labios morados. Macready, uno de los agentes secretos que acompañaban a Leman, le dijo que la encontraron con un teléfono en la mano apretada por el rigor mortis. Macready llevaba un trozo de papel que le entregó a Leman que lo examinarría más tarde viendo que era un boletín de la compañia telefónica con todas las llamadas que Marilyn había realizado en las últimas horas. De pronto se dio cuenta que un número se repetía constantemente cada dos minutos y luego había una llamada de casi una hora y entonces se dio cuenta de que era el número de la Casa Blanca, de lo que dedujo que Malilyn, mientras se moría desnuda encima de su cama estuvo hablando con el Presidente de los Estados Unidos y se preguntó cómo podría vivir Kennedy con eso en la conciencia.